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miércoles, 19 de diciembre de 2012

¡El Niño Jesús sí va a nacer en mi familia!

Autor: Francisco Gutierrez - Fuente catholic.net
¡El Niño Jesús sí va a nacer en mi familia!
Quedan pocos días para Navidad, ¿ya está listo el corazón de mi familia?
¡El Niño Jesús sí va a nacer en mi familia!
¡El Niño Jesús sí va a nacer en mi familia!

El pesebre ya está puesto en nuestras casas y todo está decorado para la Navidad. Salen a relucir las guirnaldas de colores, las luces que se prenden y apagan, las figuritas del Pesebre, los monitos y angelitos.

Los niños participaron, todos ubicaron su adorno favorito o los objetos que con esmero ellos mismos han preparado.

La celebración va viento en popa.

Sin embargo, a medida que pasan los días, nos vamos acostumbrando a que toda esa decoración que colocamos con tanta dedicación y cariño, empieza a ser parte de la decoración tradicional de la casa.

Así, sin darnos mucha cuenta, llega el día 24 y 25 de diciembre.

Y comienzan las visitas, los apuros, las carreras. Vamos subiendo y bajando, todos arriba del auto, los niños cansados, llorosos, algunos de mal humor, y en sus manos llevan unos regalos que no saben siquiera quién se los dio.

En los colegios ya pasaron las lindas pastorelas con nuestros hijos disfrazados de los principales personajes del Nacimiento de Jesús o cantando los villancicos que nos ambientan para celebrar la Navidad.

De este modo, casi sin percatarnos, celebramos el nacimiento de Jesús.

¡¡¡Preparemos este año, como familia, la llegada de Cristo!!!

Todas las noches previas a Navidad, tratemos de reunir a la familia frente al Pesebre. Que cada miembro de la familia le diga algo especial al Niño que nace, pidiéndole algo, ofreciéndole su mejor esfuerzo. Una cuna de unidad familiar, de oraciones, de alegrías, de preocupaciones, todas representadas en ese pequeño pesebre que hemos preparado con tanto cariño para recordarnos a nosotros mismos el Nacimiento del Niño Jesús.

Que todos empecemos a sentir esa paz que anuncian los ángeles a los hombres de buena voluntad, que al estar frente a nuestro pesebre, escuchemos esos cantos de alegría, que podamos empezar a ver la luz de la estrella de Belén.

Todos, padres e hijos, necesitamos frenar un poquito nuestras carreras de todo el día y acercarnos a María y a José que esperan con calma y en silencio la llegada de Dios. Todos, ángeles, pastores, borregos, animalitos y todos los personajes que forman nuestro nacimiento esperan, están en silencio, todos con una cara llena de paz, esperanza y alegría.

Ahora sí, ¡ pongamos atención a nuestro nacimiento y a todos nuestros adornos navideños, está a punto de suceder el gran acontecimiento por el cual fueron colocados en nuestra casa!

Proyectemos ese pequeño pesebre a nuestro corazón. Así Jesús se hará carne en nuestro interior y podrá hacer de nosotros un lugar donde nacer, latir y vivir para siempre.

¡FELIZ NAVIDAD A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD!

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